I Domingo de Adviento: Movimiento al encuentro con Jesús - (I Domingo de Adviento 2020)

En camino al encuentro de Jesús 

Al iniciar este tiempo del Adviento, se nos desafía en la comprensión de lo qué significa este término, su claridad nos permitirá vivir mejor este alegre y comprometedor tiempo. 

Adviento, viene del latín que significa "llegar a - venir a", por tanto es un término activo que implica movimiento; aunque se nos ha dicho que el Adviento es "un tiempo de espera", su significado no es un esperar pasivamente, todo lo contrario, implica un movimiento. El adviento nos pone en marcha, en camino. Cristo se pone en movimiento para estar con nosotros, y nosotros nos ponemos en camino espiritual para encontrar a Jesucristo. Es un movimiento que tiene por meta llegar al encuentro con Jesús. 

Los padres de la Iglesia y muchos santos hablan de varias venidas de Cristo. Al menos hablan de tres: Una primera, aquella histórica, cuando el Hijo de Dios se puso en movimiento mediante la Encarnación y colocó muchos personajes en movimiento para su encuentro en Belén; una segunda que será aquella al final de los tiempos cuando Jesucristo venga en su majestad; la tercera, se define como las venidas del Señor en el misterio, son unas venidas ocultas en el misterio porque Jesús quiere venir a los corazones de los suyos. 

Si adviento es ponernos en movimiento para vivir el encuentro con Cristo, el cristiano aprenderá de su venida histórica y el movimiento de los personajes que se dieron cita con Jesús: María, José, los pastores, los ángeles, los reyes venidos de oriente. Todos se pusieron en movimiento. Nosotros a esta venida por más que nos coloquemos en movimiento no llegaremos, aprendemos de ella por aquello que la Iglesia y las Escrituras nos dan a conocer. 

El adviento nos pide ponernos en movimiento, en marcha para las otras dos venidas de Jesús. No es un esperar cruzados de brazos, sino en plena actividad. Las lecturas bíblicas de adviento nos hablan de esa segunda venida de Jesús a la cual tenemos que movernos con "vigilancia" para vivir ese encuentro con Jesús. Noten cuidadosamente que las lecturas de este Primer Domingo de Adviento, todas, nos hablan de esta venida, y nos preparar para ella. En esta Palabra no nos encontramos con los personajes de Belén, sino con la actitud que tenemos que tener para cuando el Señor vuelva. 

En esta espera de su regreso, y estando en movimiento espiritual, se nos pide reconocer las venidas de Jesús a nuestra vida, prepararnos para ellas; cada vez que nos acercamos a los Sacramentos, a la oración, a la espiritualidad, vivimos encuentros en el misterio con Jesús. Es un esperar en plena carrera, en movimiento, en marcha, en camino a Belén, "la  casa del pan" porque allí ha nacido el pan de vida; corramos pero al Belén de la Eucaristía para que allí nos alimentemos del pan vivo bajado del Cielo, él se pone en movimiento para venir a nuestra vida, coloquémonos en movimiento para acogerlo e nuestro corazón. Bendiciones y buen inicio del Adviento. 



 




 

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